Thursday, July 21, 2011

Que siempre sí sirve

Dicen mis retractores acerca de mi anterior (y viejo) post anti-futbol...



Pero.. a poco cuenta el dizque campeonato ese ganado por los pubertos? Cuántos de ellos son tan chingones como el Messi? Es más, ni la mitad va a jugar en un equipo de primera división.



Así que para mí es como un logro en una Olimpiada. Pero ahora es un equipo! dirán los neandertales.. Ni madres! Sí los vi jugar y no juegan como equipo, ganaron porque medio juegan futbol, y porque estaban en casa.



Oye pos cualquier portero se apendeja cuando al despejar le gritan: EEEEeeeh puuutoooo!



Y luego la Copa Oro.. donde le ganaron a un Estados Unidos que en todo nos copia, hasta en eso de no renovar con gente joven. Ahi andaba todavía jugando el Donovan!



Lo peor la Copa América.. me cae que empezó mal (y no juntaron a Yamilé! gritó sentido el Salcido)



Yo por eso mejor me compré un par de juegos para PC.. de los cuales solo pude jugar uno porque otro se puso nena que se iba a actualizar.. y nomás no avanzaba ni madres!



Y era el de zombies.. snif!



Mejor termino de ver un par de series que todavía tengo en mi cajón.




Monday, November 08, 2004

La verdad

-Mire, yo tenía todo, fama, dinero y una familia perfecta. La llegada de nuestro hijo a nuestras vidas nos hizo felices a mí y a mi esposa.

-Pero una tarde enfermó de repente, fuimos al mejor hospital a ver a los mejores doctores, nada. Su enfermedad era extraña y poco se puso hacer por él. Mal congénito dijeron los doctores, y su muerte nos devastó.

Un silencio se hizo presente hasta que volvió a hablar.

-Bien, pero como ha usted investigado, aun después de su muerte continué trabajando, no di entrevistas al respecto pero continué en el medio.

-A ella le afectó más, y yo no supe darle consuelo. Me refugié en el trabajo y me perdía por meses en las grabaciones.

-Obsesionado para no pensar y recordar el suceso.

-Por eso, por ese abandono, no la culpo que me haya engañado con alguien más.

Apuró de un trago su cerveza e hizo la seña al cantinero que sirviese la siguiente ronda.

-Lo supe por ella y créame que tuve ganas de matarla- dijo Luis –pero a final de cuentas no pude hacerlo.. pero también me di cuenta que a pesar de sus súplicas no podría seguir con ella.

-Hicimos un pacto, yo me alejaría de los medios, no diríamos nada, ella se iría a otro país con sus padres y así quedó todo.

Luego de un rato prosiguió, fumando su último cigarro.

-Nada me costaba decir la verdad, que ella había sido infiel y sacarlo a la prensa la cual me viene valiendo un soberano cacahuate, pero no pude. La amaba demasiado

-Es por eso que no puedo volver allá, la ausencia de mi hijo y de mi mujer en ese lugar me volvería loco, bueno más loco que ser un ermitaño de las montañas.

El director comprendió todo.

Y ahora habló él.

-A través de mi investigación, de buscarlo por tanto tiempo creí que llegaba a conocerlo, que conocía cada faceta suya como persona y como actor, nunca pude imaginarme lo sucedido.

-Y créame que lo entiendo, yo creo que no tendría el valor suficiente para aguantar un amor infiel a mi mujer.

-Lamento que con éstas preguntas le haya traído malos recuerdos.

-Y pues, ya no lo molesto más con el guión, aunque sé que luego de lo ocurrido, no creo que pueda hacerlo.

-Exacto mi amigo- dijo el director –no podría hacerlo ya que en resumen el guión de la película es lo que usted me ha contado y si me atreviese a hacerlo, el recuerdo de su historia sería un peso difícil de quitar.

El actor respondió:
-Con lo que no estoy de acuerdo es con el final, eso de dejarse morir en un pueblo alejado de Dios como que no..
-Quien sabe, tal vez regrese a la cuidad, o me vaya a Europa o inclusive vuelva con mi mujer.... porque Uno nunca Sabe! Dice el Principito.

FIN



La vida en el pueblo

Llegaron ambos a una casita alejada, detrás de un cerro la cual estaban ampliado construyendo un cuarto más, apenas andaban en los cimientos.

-Bien, como le dije don Isma, he venido a ayudarle- dijo Luis.
-Pues a darle que se nos hace tarde!-

A Agustín le parecía raro tan drástico cambio de humor, a pesar de ser un trabajo muy duro y forzado de cargar piedras pesadas para los cimientos, podía ver al actor feliz y de buen humor, platicando de temas sencillos con esa gente sencilla.

Y pues se puso a ayudar también.

Luego de la hora de la comida, y horas antes de anochecer se paró el trabajo. Ambos se despidieron y Don Ismael quería pagar por la ayuda recibida.
-Mejor cuando tenga hambre me invita usted a comer algún día don Isma- habló Luis
-Así consigo comer de vez en cuando- dijo Luis al director.

Bien, como que el trabajo mejoró el humor de Luis Miranda.

Ambos iban hacia la cabaña pero el actor se paró en seco e invitó al director al centro por decirlo así del pueblo. A tomar algo dijo él, cosa que fue bien vista por el director luego del arduo trabajo

Pocas casas tenían electricidad y eso era por capricho del destino ya que las líneas de luz fueron bordeando los cerros y de puro chiripa pasó cerca del centro del pueblecito. Las demás casitas se alumbraban aún con velas y quinqués de petróleo.

En el pequeña fonda del centro había un televisor blanco y negro que alumbraba con su luz azul el lugar. –Ve como no estamos tan incomunicados? Bromeó el actor al entrar.

-Pero pocas cosas le interesan a esta gente- dice, algunas no las comprende y lo que les interesa más es el reporte del clima.

Un par de cervezas acompañaban la conversación. La cual se fue haciendo mas amena. Esa rara propiedad tiene el alcohol.

Hablaron de muchas cosas, de la actualidad, del pueblo, inclusive del libreto el cual causaba mucha risa al actor al hacer notar las inconsistencias del mismo. Cosa que no gustaba al director ya que algunas ideas eran suyas.

Y empezó a girar el tema en torno a las mujeres.

El director algo ebrio, empezó a decir que todo era culpa de Eva, que de no haber hecho caso de la serpiente aún se estaría en el paraíso.

-Tal vez-, dijo Luis, -Pero mas bien yo veo el acto de Adán al aceptar la manzana por parte de Eva como un gran acto de amor.
-Fue capaz de desobedecer a su creador por amor a ella, sabiendo que tendría consecuencias-
-Además, se ha demostrado con el tiempo, el hombre puede vivir un rato alejado de dios, pero no se puede vivir si ellas. Porque forman parte de uno-

Al fin, el director hizo la pregunta: y dígame Luis, porque fue que se separó del mundo y vino a vivir aquí? Fue por la muerte de su hijo?

El semblante otrora alegre del actor cambió completamente, su mirada se perdió y buscó el reflejo de la tele..

-No, no fue por eso, aunque debo reconocer que me dolió mucho-

El director sabía que se había extralimitado en su pregunta por lo cual pidió disculpas.

-Mire amigo, le voy a decir nadamás por una cuestión, aquella persona que me busca casi durante un año sin cejar en el empeño merece algunas respuestas.

El director se asombró ya que no había mencionado nada al respecto.

-Carolina me informó de todo lo que hizo, ve usted ese teléfono al fondo? Sí, sí funciona.

Pero para tal efecto, déjeme ir por otro par de cervezas.

Thursday, November 04, 2004

El encuentro

En una cabaña humilde, con el fogón apagado y fumando unos de sus pocos cigarros, el actor vio a alguien extraño aproximarse a su choza. Al principio pensó que por su equipaje, era uno de los muchos viajeros locos que se internan en los bosques en busca de su paz interior o de parejas que buscan el desenfreno al aire libre. Pero éste venía solo. Y su penoso andar lo hizo ver que era un citadino

-A quién buscas? Rugió su voz al tenerlo al alcance de su voz – a Luis Miranda, respondió el director que con a contraluz no podía identificar a la persona dentro de la habitación y menos en esa penumbra de adentro.

-No lo conozco, responde. –bueno, ese es su nombre artístico, sus amigos amigos le decían el peyote (dato que le pasó la amiga de él).

-Carajo Carolina! Murmuró el maduro actor..

Y sin dejar de mostrar su enfado salió de la choza para dejarse ver.

-El peyote ha muerto -dijo muy serio e hizo una pausa- Lo que está de moda es la marihuana y la coca.

El cineasta rió bastante con la ocurrencia, ya que lo había reconocido al salir él y cómo no hacerlo luego de ver sus fotos y películas durante casi un año!

-A que vino usted?
-Disculpe, primero déjeme presentarme mi nombre es..
-Ya sé quién es, yo le pregunté a que vino usted- respondió secamente Luis

Ante tan mala cara, el director tuvo que cambiar su estrategia.

-Bien, tendré que decirle al grano, tengo un libreto aquí que quisiera que..
-Quisiera o quiere?
-Caray! Pensó el dire, bueno esta bien quiero que lo lea y analice y vea si usted pudiera hacer la película.

-Bien, déjelo ahí en la mesita, ahorita no es hora para andar leyendo. Además hay que trabajar!

Se incorpora y se dirige a las casas de las buenas personas del lugar. Y es en este momento que al actor tiene un gesto amable con el viajero: -Si gusta puede usted venir director Agustín Chávez.

Continuará.....

Monday, November 01, 2004

El actor


La búsqueda

El joven cineasta va en busca del actor.

Duró casi un año en conocer su paradero, luego de visitar a múltiples representantes ávidos de dar chismes a otra prensa amarillista aún más ávida y carroñera de noticias, a antiguos compañeros de trabajo de él, hipócritas la mayoría ya que los tenía sin cuidado su vida o su destino y luego de perderse con amistades y demás Nina, una antigua amiga dio con algo de información.

Valía la pena tanto esfuerzo? Él pensaba que sí.

El libreto que tenía en sus manos y que ahora era un año más viejo, valía la pena.

Sabía que cualquier actorcillo podía sacar a flote el papel, que no era tan complicado y las situaciones eran de cierta manera sencillas de exponer. Mas él conocía la exquisitez provocada por su trabajo, ese no sé que dejaba en cada uno de sus personajes que hicieron de sus primeras películas malas una delicia el verlo solamente a él, a su caracterización.

Su magistral pulcritud para adueñarse de los papeles le trajeron fama y lo de siempre, películas muy malas cuya rabia contenida en el actor podía verse en pequeños destellos de su mirada al interpretar tal o cual papel que para el ojo observador, mostraba la inutilidad de su trabajo ante un guión todo soso e increíblemente estúpido. Esa mirada devolvía, hería, lastimaba a los conocedores tal como lo describe Hesse la mirada del lobo estepario...

La fama lo alcanzó y la presa lo acosó. Se casó, tuvo un hijo el cual murió de pequeño. Mas siguió actuando.

Años después y de repente abandonó todo, sin dar explicaciones ni nada se fue.

Los medios olvidaron pronto el suceso ya que se dieron cuenta que encontrarlo estaba en chino, así que inventaron miles de historias para justificar sus tabloides: que si se murió, que si era del otro bando, que la jarocha, que era narco, etc etc. cosa que entorpeció aún más el trabajo de búsqueda del cineasta.

Pero el cineasta era terco, y tanto amaba su trabajo que se fue a un pueblecito olvidado de dios y cuyo nombre garabateado en un papel era su única pista para conocer su paradero.

Días pasaron y llegó a su destino, no sin apuros ya que el nombre dado del lugar no era conocido así por los habitantes cercanos. Y a pesar de que creía que sufriría para llegar, se admiró encontrarlo a un par de kilómetros monte adentro de una carretera transitada.

Mas al llegar al lugar pensó que eso no podía llamarse pueblo. Algunas casas al centro se juntaban pero la mayoría eran grandes espacios, caminos que comunicaban a los predios y demás. Eso sí, la belleza del lugar era envidiable y los árboles que crecen en las alturas llenaban el aire de un aroma fresco y sin igual, nada que ver al smog de su cuidad que en fechas recientes, empezaba a ser un problema.

Dejo su coche en un camino no sin antes preguntar a un par de señores pastores ellos si era seguro ese lugar -pero don! Para qué querríamos un auto aquí si naidien sabe manejar!

Por si las dudas, se llevo algunos cables y lo dejó medio escondido. Para luego darse cuenta de la inutilidad de su trabajo ya que al llegar a la parte alta de un cerro, vio que era perfectamente visible desde muchas direcciones.

Preguntando y preguntando siguió su sendero con algo de dificultad ya que aunque la altura no era mucha era muy alto comparado con su cuidad. Se asombraba ver a los chiquillos jugar y correr tras las ovejas sin sudar ni mucho menos sofocarse.